Título: El mundo es mi casa
Subtítulo: Sabores de una vida nómada en bicicleta
Autora: Laura Martínez Calderón
Editorial: Autoedición, 2018
Idioma: Castellano
499 páginas
El Mundo es mi Casa es un libro que comparte la experiencia de viajar en bici, si, además abriendo este libro, como por arte de magia, toca en tu ventana una nube mágica que te traslada al mundo de verdad, al que está en movimiento ahora, todo el tiempo, el real. Laura cuenta de manera natural un fascinante viaje que la llevó desde el Nepal hasta África. Traspasando muchas fronteras (no todas ellas de países).
De una manera personal y reflexiva cuenta lo iguales y dispares que somos los seres humanos. Y lo iguales y dispares que son los lugares. Pedalea por muchos estados del ser a la vez que rueda por los del mundo. Se encuentra con mucho amor, alegría, agradecimiento, sabiduría, sororidad, hermandad y solidaridad al igual que con odio, tristeza, desagradecimiento, ignorancia, y discriminación, por suerte en dosis mucho menores.
El inicio de cada capítulo lo encabezan unas palabras sabias que te sumergen por unos instantes en una reflexión perfecta para empezar a leer los siguientes relatos de momentos impactantes que nos reflejan como espejos.
Este libro muestra a ese mundo que regala, comparte y lleva el corazón en sus manos. Ese que vive y fluye con la vida, sin forzar los acontecimientos. Ese que observa la fina línea entre lo real e irreal. Ese que para algunas es su guía diaria y para otras, que son tan libres que no tienen el tiempo como guía.
Laura y Aitor no son dos turistas, ni dos oportunistas. Pasaron por allá con respeto y disimulo, sin querer dejar paso de su rastro, pero dejándolo a toda persona que se cruzaba con ellos.
Hacen este viaje en un periodo en el que no existía tanta tecnología en información como la de ahora, ni en el que había tampoco tanto (ni por asomo) esta moda de retransmitirlo todo como famosos del gran hermano. No buscaron aplausos gratuitos ni engordar su ego. Y eso personalmente, lo agradezco mucho. Ellos sudan libertad, amor y honestidad.
El mundo es mi casa relata el mundo de al paso, al pedaleo, a lo que la vida trae, de lo que llega, cambia, se aleja, se renueva, se destruye, muere y nace. Laura nos sumerge en ese mundo, en ese ser, de una maravillosa y única manera.
Gracias Laura, este libro es un regalo.
Si quieres responder a las siguientes preguntas solo tienes que comprar este libro y atreverte a soñar con el ser libre y animalhumanamente sano.
«¿Quiéres saber cuántos tragos hay en un trago de agua?»
«¿Cómo llega a tus manos una lata de fabada y una botella de agua fresca en medio del desierto?»
«¿Qué hace un chino en Kenía?»
«¿Una Masa Crítica en Kenía?»
Más o menos cuando tenía unos 15 años ya escuché por primera vez eso de dar la vuelta al mundo en bici. A mi eso me sonaba imposible y a la vez mágico. ¿Dar la vuelta al mundo en bici? ¿pero cómo? ¿qué se puede hacer?. Esa información llegó a mi mente y la desarmó por completo, empecé a soñar mucho más allá. Llegó de parte de mi hermano Sergio, otro soñador.
Cuando Adrián y yo nos conocimos, unas de las primeras conversaciones que tuvimos fue sobre viajar por el mundo en bici. Fue cuando a una amiga en común (Laurita, la que nos presentó) le estaba comentando que era un sueño para mi eso de que algún día poder hacer un viaje en bici. Le contaba que en mi habitación tenía una foto colgada en la pared de una aldea en Etiopía. Esa foto se la compré a un tipo que estaba viajando por el mundo en bici. Le encontré una mañana de domingo en “El Rastro” de Madrid. Las estaba vendiendo para sacar algo de dinero para poder costearse el viaje.
Ese sueño no se ha ido. Veo a muchas personas que se arman de valor y cogen camino con su bicicleta. Pero la historía que cuenta Laura Martínez Calderón me ha llegado hasta las entrañas. Debo decir que no quería comprar y leer este libro por miedo. Algo me decía que iba a calar muy hondo y sin duda que lo ha hecho.
Una vez y por unos días conseguí tener el mundo en mis manos. Fue un mediodía en el que las energías no iban al 100%. Para colmo tenía una notificación de correos. En la oficina me esperaba por sorpresa un paquetito, -¡yijaaaaaa! ¡el libro! –. Ya desde las primeras líneas me acomodé al manillar como luz anexa… ¡nos vamos de viaje!.
EL ROLLO DE LAS COOKIES: Este sitio web utiliza cookies y la ley nos obliga a avisarte de ello. Si sigues navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR